top of page

Hiperproductividad y Duelo: El costo invisible de anestesiar tu dolor

ree

¿Han pasado solo 3 días desde que murió tu bebé, tu mamá o tu esposo, y ya estás contestando correos, cocinando o planeando el siguiente paso porque si te detienes sientes que te derrumbas; o porque los días de permiso en tu empresa se terminaron?


Te confieso que también he pasado por ahí y entiendo perfecto la impotencia, el enojo y la incertidumbre que corren por tu cuerpo; y por supuesto, el dolor físico y emocional que implica tener que sostenerlo cuando lo único que tú quieres en este momento es gritar y mandar a todos al carajo.


Sí, conozco esa experiencia de sentir cómo tu cuerpo se apaga mientras tú simplemente sigues cumpliendo con todo; con lo que tus directores, tu equipo y clientes están esperando de ti: esa sonrisa con la que amablemente siempre los saludas y ese rendimiento súper-estrella al que los tienes acostumbrados.


Claro, y es que es completamente natural, cuando a ti y a mí nos enseñaron que quien se mantiene ocupada “está bien”, que es una mujer fuerte y poderosa, que llorar demasiado tiempo o detenerse es sinónimo de debilidad. Y evidentemente mantenerse en ese modo supervivencia o hipervigilancia, es la zona de mayor seguridad para tu sistema nervioso autónomo; así que obviamente, intentar salir de ahí te confronta con un miedo mayor y surge la pregunta:


“¿Y si es peor permitirme sentarme a llorar y a sentir este dolor?”


La razón es ésta: tu sistema nervioso autónomo aprendió que hiperproductividad es sinónimo de seguridad. ¿Por qué?


Porque durante el duelo se espera que una mujer líder, fuerte, ejecutiva como tú demuestre resiliencia y fortaleza en tu rol profesional, mientras que tu mundo por completo se destruyó después de una muerte; ya sea de un hijo, pareja, papá, mamá… e incluso por la muerte de ese animalito que era un hijo para ti.


Esto viene acompañado de una gran presión por ocultar tu dolor, tu tristeza y ni qué decir de tu enojo y rabia contra la vida. 


Nadie habla de esto, pero el 100% de las mujeres vivimos el duelo en modo rendimiento. No es la tristeza lo que más te domina, sino la imposibilidad de parar, la preocupación de tener un retroceso en tu CV y el miedo de ser fácilmente reemplazada en tu puestos directivo que tanto trabajo te ha costado conseguir. Y esto genera un trauma que tampoco se menciona y es el trauma profesional.


¿Qué es lo que realmente ocurre?


La falsa funcionalidad ocurre cuando seguir siendo productiva mientras estás viviendo un duelo se convierte en el escudo perfecto. Pero te voy a decir lo que no te atreves a decirte a ti misma: “Hacer te protege de sentir, no de pensar.”


Pero el costo es altísimo: insomnio, ansiedad, bloqueos, desconexión del cuerpo, culpa por pensar en detenerte, culpa por seguir. Tu capacidad para pensar, tomar decisiones estratégicas y comunicarte se están viendo afectadas, hasta que llega un momento en el que te dicen: “Necesitamos de vuelta a nuestra ejecutiva; no puedes seguir así. O te atiendes o buscamos quién te sustituya mientras vuelves.”


Esto ocurre porque tu sistema nervioso autónomo se hiperactiva; y entonces te vuelves solucionadora permanente, porque no se siente seguro parar y darte un tiempo para sentir tu dolor; y entonces entras en conflicto entre:


  • “seguir” y “colapsar” (mente vs. cuerpo)

  • “ser fuerte” y “ser humana” (autoexigencia vs. vulnerabilidad)

  • “entender el duelo” y “permitirte sentirlo” (razón vs. alma).


Lo que creías control es en realidad miedo, tu hiperproductividad no es fortaleza: es tu cuerpo intentando sobrevivir, porque tu sistema nervioso autónomo no distingue entre peligro real o memorias, y mientras no haya permiso para sentir, te sigue defendiendo para mantenerte viva.


Una mirada somática: teoría polivagal, neurocepción y regulación


Desde la mirada de la teoría polivagal del neurocientífico Stephen Porges, entendemos que el sistema nervioso autónomo posee rutas clave que regulan nuestra seguridad interna:


  • La rama ventral vagal: conexión social, regulación, presencia.

  • La cadena simpática: activación, lucha, huída, complacencia.

  • La rama dorsal vagal: apaciguamiento, colapso, desconexión, congelamiento.


Cuando atraviesas un duelo profundo, tu cuerpo percibe pérdida, vulnerabilidad o amenaza; la función de la neurocepción (ese radar interno) detecta que “algo” no está seguro y activa la vía de supervivencia. Esto significa que, aunque tu mente diga “ya debe estar bien”, tu cuerpo permanece en estado de alerta, produciendo síntomas que tú sientes como cansancio, “no puedo parar”, mente llena de rumiaciones y pensamientos intrusivos o vacío emocional.


“El duelo no se supera trabajando más. Se transforma cuando puedes habitarlo con presencia.”


Antes de leer este artículo, creías que tu productividad era fortaleza.En este punto ya comprendes que en realidad es una forma de anestesiar el dolor. ¿Y ahora, te vas a permitir pausar, sentir y sostener tu duelo a pesar del miedo que esto puede provocar?


Hoy quiero invitarte a anclar en tu cuerpo esta sensación: “Puedo soltar el control y esto también puede sentirse seguro”


¿Cómo puedes empezar a hacerlo?


  • Reconoce si tu cuerpo está en modo de hiperactivación (hacer, hacer, hacer sin pausa) o dorsal vagal (sin energía o desconectado).

  • Introduce una pausa consciente: puede ser respiración, sí; pero también puede ser caminar despacio, apoyar las manos en el pecho, o escuchar una canción que te deje sentir antes de “volver al hacer”.

  • Entiende: no todos los cuerpos regulan igual. Algunas mujeres sienten que respirar profundo es amenaza. Encuentra tu propio recurso: puede ser estirarte, dar un pequeño salto, mover los hombros, pausar sin espera de “vivir mejor”.

  • Recuerda: “El descanso no es rendición, es reparación.”


Si este tema resonó contigo, te invito a leer más sobre el cuerpo y el duelo en mi blog o escuchar el episodio 3 del podcast Café con la Muerte, donde profundizamos juntas en cómo soltar la necesidad de funcionar para permitirte sentir.


Y a darte una vuelta por mi instagram @luzdimareoficial en donde estaré contándote sobre el próximo Círculo somático: “Reconecta con tu cuerpo después del duelo”, en el que podrás ingresar sin costo, este domingo 09 de noviembre a las 10am hora de Ciudad de México.






Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
bottom of page